México, 7 junio.- Andorra se coloca a nivel global como líder, entre los países que han buscado incorporar tendencias wellness con la tecnología, a través de modelos como el conocido “Clean WiFi Room”.
El país ubicado en en el suroeste de Europa, aspira a diversificar su economía reforzando su apuesta por el turismo vinculado al bienestar desde hace poco más de un año.
En ese sentido, con el propósito de mejorar la experiencia del viajero y construir un espacio para el bienestar, Andorra es el primer país del mundo en implementar las “Clean WiFi Room”, habitaciones libres de redes electromagnéticas, que compensan los ajustes producidos en el cuerpo por la polución ambiental.
A decir, se trata de una nueva tendencia en la que los hoteles instalan dispositivos de última generación, para bloquear los efectos de los campos electromagnéticos producidos por las redes WiFi, dispositivos móviles, electrodomésticos inteligentes, domótica, 5G, entre otros.
El auge del desarrollo tecnológico de las últimas décadas ha modificado el medio ambiente electromagnético natural que rodea al ser humano, generando importantes efectos biológicos que afectan notablemente la salud.
Se sabe que los dispositivos inalámbricos -teléfonos móviles, ordenadores portátiles y tabletas- se han vuelto tan omnipresentes que sería difícil imaginarse la vida sin ellos. Si bien es cierto que estos aparatos han revolucionado la comunicación humana, también crean campos electromagnéticos –radiaciones no ionizantes- que, cuando se emiten en niveles suficientes, pueden calentar los tejidos biológicos.
Al respecto, diversas investigaciones han encontrado que esa exposición puede causar trastornos de sueño, así como ser origen de estados depresivos o desórdenes afectivos, perdida de la memoria, dolor de cabeza, náuseas, fatiga, alteraciones cardiacas, vértigo, entre otras afecciones. También puede generar la modificación de los niveles hormonales de melatonina, provocando cáncer.
En mayo de 2011 la OMS, a través de Agencia Internacional para la Investigación contra el Cáncer (IARC), clasificó la radiación electromagnética emitida por los dispositivos móviles como un posible cancerígeno humano dentro del Grupo 2B.
Asimismo, la radiación de los dispositivos conlleva a una reducción de la capacidad intelectual y de trabajo, provocando estrés, ansiedad, fatiga y, en general, trastornos neurológicos y psicológicos que causan un elevado riesgo de trastornos psicosomáticos como úlcera gástrica.
Estas radiaciones artificiales son potencialmente peligrosas para la salud. Actualmente no existe ninguna clase de control sobre su emisión al medio ambiente, ni una legislación acorde a la gravedad del problema.
Finalmente, con estas medidas, Andorra espera constituirse como un polo de atracción del turismo wellness internacional. Se estima que en 2019, antes de la crisis sanitaria, 2.7 millones de viajeros interesados en