México, a 08 de julio.- Las consecuencias de la pandemia aún pueden verse reflejadas en diversos sectores económicos, siendo el turístico uno de los que adolece las secuelas de los confinamientos.

No obstante, diversas naciones cuya economía depende en gran medida del turismo, han implementado nuevas estrategias para cimentar la recuperación y fortalecimiento de dicho sector.

Andorra es una de las primeras naciones en generar el fortalecimiento de su sector turístico, con la aprobación de un proyecto de ley que regula un impuesto sobre las estancias en alojamientos turísticos, permitiendo así la aplicación de una tasa turística de entre 1.5 y 3 euros, la cual tiene efecto desde el pasado 1 de julio.

El gobierno del principado apunta a recaudar al menos 12 millones de euros anuales y lo más importante es que esos recursos los tiene proyectados para reinvertir en el propio sector y/o en temas de sustentabilidad. Esto resulta relevante cuando tenemos en perspectiva que Andorra basa su economía en el turismo y el comercio.

Cabe mencionar que dicha tasa turística es un impuesto que se añade al precio del alojamiento en hoteles, apartamentos o campings, y funciona en muchos países de Europa, tales como España, Italia, Francia, Bélgica, Portugal, Austria, Alemania, Malta, República Checa y Bulgaria.

Para el turismo local no aplica el cobro de dicha tasa; tampoco tiene efecto para viajeros menores de 12 años, sin importar su lugar de origen; ni para quienes se alojen por periodos superiores a los 14 días en un mismo lugar; o quienes lo hagan por razones sociales o de causa mayor.