La industria turística se enfrentará a retos importantes relacionados con la sustentabilidad y la sostenibilidad este 2023. Entre estos figuran: las emisiones de energía y GEI, el consumo de agua, la gestión de residuos, la pérdida de biodiversidad y la gestión eficaz del patrimonio cultural.
El turismo, como sector transversal que interactúa con muchas otras industrias y servicios, contribuyendo significativamente con el crecimiento económico de manera sostenible, deberá contemplar la integración de tecnología de vanguardia para cumplir con este objetivo.
Con la creciente concienciación sobre la necesidad y el valor de conservar los activos naturales, sociales y culturales únicos de los destinos, tanto el sector privado como el público están cada vez más motivados para invertir en un turismo más sostenible.
La inversión en innovación y tecnología en el turismo sostenible ofrece tanto beneficios medioambientales como oportunidades de generar importantes beneficios, especialmente en los ámbitos de: la energía, el agua, los residuos y la biodiversidad.
El margen para invertir en hoteles y otros alojamientos en prestaciones y servicios eficientes desde el punto de vista energético es considerable. Por ejemplo, en refrigeración, sistemas de televisión y vídeo, aire acondicionado, calefacción y lavandería.
Estas inversiones suelen estar motivadas por el aumento de los costes de la energía, los posibles recargos por emisiones de carbono, las crecientes expectativas de los clientes, los avances en tecnologías bajas en carbono y, en algunos casos, los incentivos gubernamentales.
Asimismo, señaló que las inversiones en sistemas de ahorro de agua, reutilización de aguas grises y sistemas de recogida y gestión de aguas pluviales pueden ayudar a reducir el volumen de consumo de agua en aproximadamente una cuarta parte por huésped.
Una menor generación de residuos mejora el rendimiento económico de los agentes del sector privado, mientras que una mejor gestión de esos mismos residuos crea oportunidades de empleo y aumenta el atractivo de los destinos.
Por último, hizo énfasis en la necesidad de reconocer que sin ecosistema no hay turismo, por eso es importante cuidar los recursos naturales y la biodiversidad. “La conservación y la restauración constituyen una inversión muy rentable e incluso se podrían sumarse espacios generados o ayudados por tecnologías como la Inteligencia Artifical, que le permitan al sector coexistir en armonía en los diversos destinos turísticos.