MABO y MAZO, modelos esenciales para agricultura sostenible

MABO y MAZO, modelos esenciales para agricultura sostenible

Aunque a nivel mundial la agricultura es una de las actividades que genera mayor aportación a la economía de distintos países, generando más de 3.000 billones de dólares al año, es también responsable de más del 20% de los gases de efecto invernader (GEI) que se registran anualmente.  

 

Ante este escenario, han surgido alternativas como la agricultura sostenible, práctica que ha sido considerada una prioridad global por expertos en el rubro.

 

El especialista y empresario mexicano ha señalado que la agricultura sostenible destaca por presentar atributos que la convertirían en aliada de la seguridad alimentaria, además de contribuir a preservar recursos naturales y mitigar los efectos del cambio climático, promoviendo un desarrollo agrícola más sostenible y resiliente a nivel mundial. 

 

Para lograrlo, destacó la integración de modelos complementarios a prácticas tradicionales dentro de la agricultura como los Modelos de Agricultura Biológica Óptima (MABO) y las Medidas Ambientales para la Zona Orgánica (MAZO). 

 

En América Latina, los agricultores enfrentan retos significativos como la degradación del suelo, la escasez de agua y la pérdida de biodiversidad. La implementación de prácticas como MABO y MAZO no solo contribuirían a mitigar estos problemas, también promoverían el desarrollo de sistemas agrícolas más resilientes y sostenibles, mejorando la salud del suelo, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y optimizando el uso de recursos naturales como el agua.

 

Los MABO se centran en optimizar el uso de insumos biológicos y técnicas naturales para aumentar la productividad agrícola sin comprometer la sostenibilidad ambiental.  

 

Por otro lado, las MAZO apuntan a implementar medidas ambientales específicas en zonas orgánicas, promoviendo prácticas que minimizan el impacto ambiental y contribuyen activamente a la lucha contra el cambio climático. 

 

La adopción de los Modelos de Agricultura Biológica Óptima (MABO) y las Medidas Ambientales para la Zona Orgánica (MAZO) son una necesidad ambiental, que ha mostrado importantes beneficios en materia económica y social. Al implementarlas, se podrá equilibrar la productividad agrícola con la conservación de los recursos naturales, mejorando la salud del suelo, aumentando la biodiversidad, conservando el agua y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. Los beneficios incluyen una mayor productividad a largo plazo, una mayor resiliencia frente al cambio climático y una mejor calidad de vida para los agricultores.

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Durante la visita de trabajo de Julia Simpson, presidenta y CEO del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), al Caribe Mexicano, Francisco Cervantes Díaz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), reafirmó el papel crucial del turismo como motor fundamental para la economía mexicana y subrayó la importancia de adoptar un enfoque sostenible en esta industria para asegurar su crecimiento continuo. 

 

Al respecto, la sostenibilidad turística no solo asegurará un crecimiento sostenido,también contribuirá a la preservación de los valiosos recursos naturales y culturales del país, equilibrando el desarrollo económico con la preservación ambiental y el bienestar social. 

 

La importancia de la colaboración público-privada para el desarrollo de la industria turística, indicando que será clave para fortalecer la infraestructura destinada al turismo, mejorar la oferta de servicios y promover prácticas sostenibles que impulsen un crecimiento equitativo y responsable en México. 

 

Se espera que este año el turismo contribuya con 264 mil millones de dólares a la economía mexicana, consolidándose como un pilar fundamental del crecimiento económico nacional. Esto representará el 14.4% de la economía del país, con una aportación económica de 261.6 mil millones de dólares. Ante estas proyecciones, se deben crear mejores oportunidades para el desarrollo de infraestructura turística que, además, contribuirán a la generación de empleos

 

Implementar tecnología en el sector turístico implica el uso de herramientas digitales avanzadas para promover prácticas responsables y eficientes. Esto incluye desde sistemas de reservas que destaquen opciones eco-friendly hasta el uso de energías renovables en infraestructuras turísticas. La integración de tecnologías como sensores para el monitoreo ambiental, realidad aumentada para experiencias culturales sin impacto físico, y plataformas educativas que sensibilizan sobre la sostenibilidad también son opciones que comienzan a cobrar relevancia en el sector

 

Por último, las innovaciones no solo mejorarán la gestión ambiental y la eficiencia operativa, sino que también enriquecerán la experiencia del turista y promoverán destinos menos conocidos de manera equitativa. 

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Sostenibilidad y bioeconomía combaten cambio climático

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Dada la urgencia de abordar el cambio climático, la sostenibilidad y la bioeconomía emergen como disciplinas fundamentales en la búsqueda de soluciones efectivas para combatir sus consecuencias. La sostenibilidad y la bioeconomía son fundamentales en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la principal causa del cambio climático. 

 

Al promover el uso de recursos renovables y la implementación de prácticas agrícolas, forestales e industriales sostenibles, disminuye la dependencia de los combustibles fósiles, lo que a su vez reduce las emisiones de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y otros gases nocivos para la atmósfera

 

Esta visión coindice con lo expuesto durante la vigésima octava reunión de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), comúnmente conocida como la Conferencia de las Partes (COP), en donde 198 naciones se unieron en un histórico acuerdo para iniciar la transición de los combustibles fósiles hacia fuentes de energía renovable para alcanzar la neutralidad de emisiones para el año 2050. 

 

Europa ha sido pionera en la promoción de la bioeconomía, invirtiendo significativamente en investigación y desarrollo en este campo. Sin embargo, América Latina también avanza en esta dirección, con varios países implementando políticas y programas para fomentar el desarrollo sostenible. 

 

En este sentido, Brasil, Colombia, México y Paraguay han desarrollado iniciativas para promover la bioeconomía. Desde programas de conservación de la biodiversidad hasta estrategias para la gestión integral de recursos naturales, estos países refrendan su compromiso con un enfoque sostenible y equitativo en el desarrollo económico. 

 

Argentina marca pauta hacia implementación de Bioeconomía 

Con abundancia en recursos naturales, Argentina busca liderar en la región la evolución e integración de la Bioeconomía en su día a día. Para ello, ha comenzado a relizar una serie de cambios. Entre ellos, la designación de la Secretaría de Bioeconomía, poniendo en el frente de las acciones la adopción de enfoques integrales y sostenibles para la gestión de los recursos naturales. 

 

Esta decisión es reflejo de la comprensión profunda de los desafíos ambientales que se tienen a nivel regional y global pero también, marca el camino para que otros países comiencen a tomar acción sobre cómo abordarlos.  

 

La sostenibilidad y la bioeconomía son fundamentales en la lucha contra el cambio climático. Por ello, es crucial que los gobiernos, las empresas y la sociedad ttrabajen conjuntamente para adoptar enfoques que fomenten el desarrollo económico y social bajo una visión sostenible y resiliente para las generaciones venideras

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El turismo regenerativo se ha constituido como una fuerza transformadora dentro de su sector, por impulsar la conciencia ambiental y social. De acuerdo con expertos en el rubro, este tipo de turismo destaca por su enfoque que trasciende a la sostenibilidad para buscar activamente la restauración y regeneración del medio ambiente, las culturas y las comunidades en donde se lleva a cabo.  

 

Esta modalidad busca promover la biodiversidad, respaldar las economías locales y fomentar el intercambio cultural y el entendimiento. Y se caracteriza por la restauración activa del medio ambiente y las comunidades locales

 

Uno de los avances que ha impulsado esta práctica turística tiene que ver con la Declaración de Glasgow sobre la Acción Climática en el Turismo, firmada durante la COP26, que busca la reducción a la mitad de las emisiones para 2030 y la consecución de emisiones netas cero para 2050 estableciendo cinco directrices clave entre los firmantes: medir, descarbonizar, regenerar, colaborar y financiar.  

 

Esta acción no solo representa un cambio significativo en la perspectiva de la industria hacia la sostenibilidad, sino también hacia la regeneración activa del medio ambiente y las comunidades afectadas por el turismo. Un claro ejemplo de estos cambios se observa en Hawái, donde la legislación actualmente requiere la certificación LEED para nuevas construcciones y proporciona subvenciones para impulsar iniciativas de turismo regenerativo. 

 

Este enfoque proactivo es reflejo del compromiso global con prácticas sostenibles y crea oportunidades para la innovación y el emprendimiento en la industria del turismo. Los viajes convencionales a menudo dejan un saldo negativo, mientras que los viajes regenerativos, marcados como un “Plus”, permiten a los viajeros contribuir activamente a mejorar y revitalizar los destinos que visitan

 

En cuanto al turismo regenerativo que se impulsa en territorio mexicano, el proyecto “Big 7: Las Especies Imprescindibles”, una iniciativa que conjuga esfuerzos de Fitues, Aribnb y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) para fomentar un modelo turístico responsable con las especies, con la población local y los habitantes, en favor de la riqueza natural de Baja California Sur.  

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Reducción de desperdicio de alimentos esencial para sostenibilidad

Reducción de desperdicio de alimentos esencial para sostenibilidad

La Red de Bancos de Alimentos en México emitió un informe en el que destaca que un tercio de los alimentos producidos en el país se desperdicia, lo que equivale a 38 toneladas por minuto. Esta cifra contrasta con la realidad de 28.6 millones de personas que viven en situación de carencia alimentaria.  

 

A nivel mundial, la situación es igualmente preocupante. Según los últimos datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un tercio de toda la comida producida se pierde o desperdicia. Este dato, junto con el hecho de que alrededor de 750 millones de personas padecieron hambre en 2022, subraya la urgencia de tomar medidas para abordar el desperdicio alimentario y garantizar el acceso equitativo a los alimentos para todos. 

 

Ante este panorama, la industria alimentaria se enfrenta a desafíos apremiantes, debido a que las tendencias proyectadas para este 2024 urgen hacia la implementación de prácticas más ecológicas y eficientes en el uso de recursos. 

 

Entre estas tendencias emergentes, se enlistó a la agricultura vertical y urbana como una solución innovadora para producir alimentos de manera sostenible en entornos metropolitanos, ya que aprovecha espacios verticales y tecnologías avanzadas para cultivar productos frescos con una fracción del agua y suelo requeridos en la agricultura tradicional, al mismo tiempo que reduce la necesidad de transporte y las emisiones asociadas. 

 

Otra de las medidas a las que refirió el experto mexicano, es el envasado y empaquetado sostenible que adquiere un papel relevante en la lucha contra el desperdicio alimentario. De acuerdo con este procedimiento promueve el uso de materiales biodegradables y compostables como alternativa al plástico convencional, contribuyendo así a la reducción de residuos en vertederos alineándose con prácticas más respetuosas con el medio ambiente. 

 

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El experto en sostenibilidad también sugirió la implementación de las denominadas Medidas Ambientales para la Zona Orgánica (MAZO), un conjunto de políticas y regulaciones meticulosamente diseñadas para abordar los desafíos ambientales que enfrenta la agricultura, como la conservación del suelo, la protección de la biodiversidad y la reducción de la contaminación. Estas medidas también fomentan prácticas agrícolas que reducen al mínimo el uso de químicos y pesticidas, lo cual es fundamental para preservar el planeta y la salud de sus habitantes. 

 

Por último, la importancia de los MABO (Modelos Alimentarios de Biocapacidad Orgánica) en el impulso de prácticas agrícolas sostenibles pues no solo pueden complementar los esfuerzos existentes, sino que también demuestran cómo la agricultura regenerativa puede alcanzar mayores beneficios al promover prácticas auténticamente sostenibles. Al fomentar el consumo de alimentos orgánicos y el reciclaje de residuos orgánicos, los MABO contribuyen a un sistema alimentario más saludable y respetuoso con el medio ambiente.  

Reciclaje inclusivo tiene alcance multisectorial: Daniel Madariaga Barrilado

Reciclaje inclusivo tiene alcance multisectorial: Daniel Madariaga Barrilado

En América Latina, el reciclaje inclusivo es una columna vertebral en la gestión sostenible de los residuos sólidos, amalgamando aspectos ambientales y socioeconómicos bajo las “3 R” (reducir, reutilizar y reciclar). Daniel Madariaga Barrilado, experto en sostenibilidad, resalta la importancia de este enfoque al tratarse de un modelo que se sustenta en regulaciones y políticas públicas, así como en iniciativas tanto del sector público como del privado. 

 

Esta práctica, con su doble impacto tanto ambiental como social y económico, ha sido destacado en foros internacionales como la Cumbre del Clima en Dubái. Según datos oficiales, el reciclaje inclusivo podría tener un impacto en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de hasta 194 toneladas anualmente tan solo en Latinoamérica. 

 

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El modelo de reciclaje inclusivo cobra vida en iniciativas como el Centro de Transferencia de la cooperativa Recuperadores Urbanos del Oeste (RUO) en Argentina, donde cerca de 800 recicladores participan activamente. Solo en 2022, estos trabajadores lograron recuperar más de 4,300 toneladas de residuos, evitando la emisión de más de 10,500 toneladas de CO2 equivalente.  

 

La herramienta desarrollada por Latitud R, basándose en estándares internacionales como la Norma ISO 14064-1 y las directrices del IPCC, esta plataforma no solo evalúa los beneficios ambientales, sino que también aborda la dimensión social del reciclaje inclusivo.  

 

El modelo de cálculo desarrollado por Latitud R ofrece una visión integral de la huella de carbono evitada por la actividad de reciclaje inclusivo, identificando los materiales con mayor impacto positivo en términos de reducción de emisiones contaminantes.  

 

Por ejemplo, los plásticos muestran un significativo potencial, con 1.27 toneladas de CO2 evitadas por cada tonelada de material recuperado, mientras que los materiales no ferrosos, como el aluminio, destacan al evitar hasta 16 toneladas de emisiones por cada tonelada procesada. 

 

La alianza estratégica de Latitud R con instituciones y empresas como el Banco Interamericano de Desarrollo, PepsiCo, Coca-Cola, Dow Chemical y Nestlé, se traduce en acciones concretas. Como ejemplo PepsiCo ha implementado programas en varios países de América Latina, contribuyendo a la recuperación de materiales reciclables y la capacitación de recicladores de base, recuperando más de 38.000 toneladas. 

 

En el caso, Daniel Madariaga Barrilado destaca proyectos locales como el de Reciclaje Inclusivo en Oaxaca, que ejemplifican cómo esta iniciativa puede transformar comunidades enteras.  

 

En lugares como Huajuapan de León, San Lorenzo Cacaotepec y Villa de Zaachila, se busca dignificar el trabajo de los recicladores informales, conocidos como “pepenadores” 

 

“Por medio de una estrategia integral que involucra a la sociedad civil, la academia y el gobierno local, este proyecto no solo mejora las condiciones laborales de los recicladores, sino que también los integra formalmente en la gestión de residuos municipales y en la actividad económica”, precisó Daniel Madariaga Barrilado.  

 

Asimismo, el especialista precisó que una parte esencial de este enfoque es la implementación de prácticas de Economía Circular, como lo ha hecho el proyecto Centro Lombri-Acción.  

 

“Aquí, los residuos orgánicos se transforman en hummus o lombricomposta, nutriendo huertos locales de hortalizas y verduras. Esta práctica no solo reduce la cantidad de residuos enviados a los vertederos, sino que también promueve la generación de alimentos locales, en consonancia con la promoción de productos “km 0”, describió.  

 

El respaldo a esta iniciativa por parte de organizaciones como la Fundación Merced, la Fundación ADO y la Fundación CitiBanamex subraya la relevancia y el impacto nacional e internacional del proyecto.  

No habrá sostenibilidad sin economía circular: Daniel Madariaga Barrilado

No habrá sostenibilidad sin economía circular: Daniel Madariaga Barrilado

El modelo económico lineal ha llevado al desperdicio de recursos y a la exacerbación del cambio climático; por esta razón, la economía circular se presenta como una solución necesaria. Para Daniel Madariaga Barrilado, este enfoque propone la reutilización, el reciclaje y la reparación de productos para maximizar su vida útil y reducir significativamente los residuos, contrastando con el tradicional modelo de “usar y tirar”. 

 

“Adoptar la economía circular es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y cumplir con los compromisos del Acuerdo de París. Además, este modelo no solo promueve el crecimiento económico y la creación de empleo sin comprometer el medio ambiente, sino que también se posiciona como crucial para una recuperación económica resiliente y con bajas emisiones de carbono, especialmente después de la pandemia de COVID-19”, indicó.  

 

La implementación de este modelo en la producción de acero, cemento, aluminio y plástico podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 40 % para 2050, contribuyendo además a generar ahorros de hasta un 25 % en costos de material. 

 

En ese sentido, resaltó que China y Europa se destacan como líderes en la transición hacia la economía circular. Por un lado, el país asiático es pionero en la materia, con la adopción de su Ley de Promoción de la Economía Circular en 2009, pero también ha implementado políticas significativas como la Prohibición de la Importación de Residuos de 2018, impactando globalmente. Por su parte, Europa avanza con el Pacto Verde Europeo y múltiples estrategias de circularidad, estableciendo un modelo a seguir. 

 

“A nivel industrial, la economía circular ofrece oportunidades de creación de valor. Se prevé que el mercado de envases retornables pasará de 37 mil millones de dólares obtenidos en 2018 a 59 mil millones para 2026, y que el mercado de ropa de segunda mano duplique el tamaño del de la moda rápida para 2029 de implementar el modelo de circularidad de manera efectiva”, previó Madariaga Barrilado.  

 

En términos de empleo, la adopción de la economía circular podría generar un incremento neto de 4.8 millones de empleos en América Latina y el Caribe y alrededor de 700 mil nuevos empleos solo en Europa. 

 

“La transición hacia una economía circular varía según el grado de industrialización, desarrollo tecnológico, disponibilidad de recursos y acceso a la financiación. Para países en desarrollo, el sector informal y el acceso a tecnología y financiación presentan desafíos particulares. No obstante, la cooperación internacional y la transferencia de conocimientos pueden facilitar esta transición”, comentó Daniel Madariaga Barrilado. 

Europa marca camino para éxito en circularidad de plásticos: Daniel Madariaga Barrilado

Europa marca camino para éxito en circularidad de plásticos: Daniel Madariaga Barrilado

Europa está avanzando firmemente hacia la circularidad de los plásticos, con un crecimiento significativo en la utilización de plásticos reciclados en la fabricación de nuevos productos. Según el último informe bienal de Plastics Europe, los plásticos reciclados ahora representan el 13,5% de los nuevos productos fabricados en la región, con un aumento del 70% desde 2018. 

 

Daniel Madariaga Barrilado, especialista en sostenibilidad, ha elogiado los avances de Europa en este ámbito al destacar los resultados que han tenido programas destinados a incentivar la economía circular al tiempo que minimizan la cantidad de residuos plásticos que terminan en vertederos o se incineran, los cuales afectan especialmente a los océanos y otros ecosistemas frágiles. 

 

El empresario mexicano detalló que al reciclar plásticos, se reduce la necesidad de extraer nuevas materias primas, como el petróleo para fabricar nuevos productos plásticos. “Esto ayuda a conservar recursos naturales finitos y a minimizar el impacto ambiental asociado con la extracción y el procesamiento de estas materias primas, así como a la reducción de las emisiones asociadas a estos procesos”, explicó. 

 

Madariaga Barrilado también indicó que los programas de economía circular en el uso de plásticos están estimulando la innovación en el desarrollo de tecnologías de reciclaje más eficientes y en la creación de nuevos productos hechos con plásticos reciclados. “Esto no solo impulsa la economía circular, sino que también crea oportunidades económicas y de empleo en el sector del reciclaje y la fabricación de productos reciclados”, dijo.  

 

A medida que aumenta la conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad ambiental, existe una creciente demanda de productos fabricados con plásticos reciclados, impulsando el crecimiento del mercado de productos sostenibles lo que a su vez, incentiva a las empresas para adoptar prácticas más responsables desde el punto de vista ambiental. 

 

En cuanto a México, Daniel Madariaga declaró que el país también avanza hacia una mayor circularidad en el manejo de plásticos. El especialista en sostenibilidad hizo hincapié en lo estipulado en el Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico, firmado por la industria del reciclaje y la cadena de valor de los envases y empaques, donde se están logrando avances significativos en la recuperación y el reciclaje de plásticos.  

 

“Con una tasa de recuperación del 46% de los envases de PET a nivel nacional, México se destaca como líder en el continente en este ámbito. El territorio nacional tiene la capacidad de aumentar la recuperación de envases PET mediante la expansión de programas de recolección selectiva, campañas de concientización pública y políticas de incentivos para empresas. En ese contexto, resultará clave fortalecer alianzas público-privadas y promover la investigación en tecnologías de reciclaje. Con un enfoque integral, México puede avanzar hacia una gestión más sostenible de todos los residuos”, aseguró el empresario mexicano.

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Industria alimentaria debe accionar plan de descarbonización: Daniel Madariaga Barrilado

Industria alimentaria debe accionar plan de descarbonización: Daniel Madariaga Barrilado

La industria alimentaria está siendo sometida a una creciente atención pública debido al peso considerable que ejerce en el deterioro del medio ambiente. En este contexto, destacados expertos en sostenibilidad y prácticas agrícolas responsables, como Daniel Madariaga Barrilado, han hecho hincapié en la necesidad apremiante de que este sector implemente de manera inmediata y efectiva planes de descarbonización. 

 

De acuerdo con Madariaga Barrilado, la descarbonización consiste en un proceso que implica la reducción o eliminación de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero (GEI).  

 

Dicho procedimiento se realiza mediante la implementación de cambios en sistemas energéticos, industriales, de transporte y agrícolas, con el objetivo de adoptar fuentes de energía más limpias y eficientes, así como prácticas sostenibles que generen menores emisiones de carbono y reduzcan el impacto ambiental. 

 

En el contexto mexicano, la implementación de la Ley General de Cambio Climático y la Norma Oficial Mexicana NOM-163 refleja el compromiso del país con la reducción de emisiones y la estabilización del clima.  

 

Sin embargo, datos del Registro Nacional de Emisiones revelan que el 64% de las emisiones en el país provienen del consumo de combustibles fósiles, lo que subraya la necesidad urgente de que diversos sectores, incluida la industria alimentaria, tomen medidas decisivas para reducir su huella de carbono y contribuir a la mitigación del cambio climático. 

 

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Ante este panorama, Daniel Madariaga Barrilado hizo énfasis en la importancia de adoptar estrategias específicas para lograr la descarbonización en la industria alimentaria, tanto a nivel nacional como internacional.  

 

Entre las estrategias que mencionó, destacan la transición hacia fuentes de energía renovable, la promoción de la eficiencia energética y la implementación de tecnologías agrícolas sostenibles, que incluyen sistemas de riego por goteo para la gestión eficiente del agua y la agricultura de precisión con drones y sensores para maximizar los rendimientos y reducir el uso de insumos químicos. 

 

Además, Madariaga Barrilado resaltó los atributos de los Modelos Alimentarios de Biocapacidad Orgánica (MABO) y las Medidas Ambientales para la Zona Orgánica (MAZO) en la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la mitigación del impacto ambiental. 

 

Según el experto estos modelos, no solo ofrecen directrices para una producción agrícola más responsable y respetuosa con el medio ambiente, sino que también proporcionan un marco integral para abordar desafíos críticos como la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y la contaminación del agua. 

 

“Al promover la adopción de métodos orgánicos, la conservación de recursos naturales y la reducción del uso de productos químicos sintéticos, los MABO y las MAZO pueden contribuir significativamente a la resiliencia de los sistemas agrícolas frente al cambio climático y a la seguridad alimentaria a largo plazo. Además, alentar la implementación de estas prácticas también puede tener impactos positivos en la salud humana, al reducir la exposición a residuos de pesticidas y promover la ingesta de alimentos más nutritivos y libres de sustancias químicas nocivas”, detalló Daniel Madariaga Barrilado. 

Inversiones y colaboración esenciales para turismo sostenible

Inversiones y colaboración esenciales para turismo sostenible

Con vasta biodiversidad y riqueza cultural, México se encuentra en una encrucijada que demanda un equilibrio entre el desarrollo turístico y la preservación de sus ecosistemas. El camino hacia un turismo sostenible implica no solo el impulso financiero necesario sino también una colaboración efectiva entre diversos actores.

 

Esta visión de inversión sostenible coincide con dos donaciones destinadas a respaldar programas clave como Kuxatur y Adaptur, diseñados para implementar medidas de adaptación al cambio climático en destinos turísticos estratégicos. Según la información proporcionada por la Secretaría de Turismo del Gobierno de México (Sectur), el país ha obtenido un financiamiento de 7.2 millones de dólares del Fondo Global para el Medio Ambiente (GEF) y 5 millones de euros de la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable en México (GIZ).

 

La importancia de proyectos como Kuxatur, una iniciativa que encapsula la esencia del ‘turismo vivo’, ha sido fundamental en la conservación de la biodiversidad en nuestros ecosistemas costeros.

 

Para lograrlo se han implementando políticas y modelos innovadores de turismo sostenible en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Fondo Global para el Medio Ambiente

 

Además, el valioso impacto del proyecto Adaptur, respaldado por GIZ, centrado en la implementación de medidas cruciales de adaptación al cambio climático en destinos estratégicos como Riviera Nayarit-Jalisco, Riviera Maya, San Miguel de Allende, Valle de Bravo, Los Cabos y la Ciudad de México; las cuales  reflejan un compromiso y una visión estratégica para fortalecer la sostenibilidad en el sector turístico, garantizando un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación ambiental en México.

 

Asimismo, la esencialidad de estas inversiones para la ejecución de la estrategia “México Renace Sostenible”, parte del Programa Sectorial de Turismo 2020–2024.

 

Esta estrategia se traduce en la creación de circuitos turísticos que promueven el bienestar social y la armonía con la naturaleza, integrando a comunidades sin afectar su valioso patrimonio biocultural.

 

En un contexto global donde el cambio climático y la pérdida de biodiversidad son realidades inminentes, estas iniciativas representarán un paso significativo hacia un desarrollo turístico sustentable. La elección de destinos costeros no es aleatoria; estos ecosistemas desempeñan un papel crucial, no solo para la biodiversidad local, sino también como barreras naturales contra fenómenos climáticos extremos. Estas acciones reflejan el compromiso y contribución activa de las autoridades mexicanas para abordar los desafíos ambientales actuales y trabajar hacia un futuro más sostenible en el sector turístico

 

En este escenario, la colaboración entre el sector privado y las comunidades locales es esencial para desarrollar proyectos sustentables. Además, resaltó que la responsabilidad de la sustentabilidad no recae únicamente en el gobierno y las grandes corporaciones, sino que también requiere la participación activa de la sociedad. El experto enfatizó que los consumidores informados y comprometidos desempeñan un papel crucial al impulsar el cambio hacia prácticas más sostenibles mediante sus elecciones de consumo y su estilo de vida.

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