Europa marca camino para éxito en circularidad de plásticos: Daniel Madariaga Barrilado

Europa marca camino para éxito en circularidad de plásticos: Daniel Madariaga Barrilado

Europa está avanzando firmemente hacia la circularidad de los plásticos, con un crecimiento significativo en la utilización de plásticos reciclados en la fabricación de nuevos productos. Según el último informe bienal de Plastics Europe, los plásticos reciclados ahora representan el 13,5% de los nuevos productos fabricados en la región, con un aumento del 70% desde 2018. 

 

Daniel Madariaga Barrilado, especialista en sostenibilidad, ha elogiado los avances de Europa en este ámbito al destacar los resultados que han tenido programas destinados a incentivar la economía circular al tiempo que minimizan la cantidad de residuos plásticos que terminan en vertederos o se incineran, los cuales afectan especialmente a los océanos y otros ecosistemas frágiles. 

 

El empresario mexicano detalló que al reciclar plásticos, se reduce la necesidad de extraer nuevas materias primas, como el petróleo para fabricar nuevos productos plásticos. “Esto ayuda a conservar recursos naturales finitos y a minimizar el impacto ambiental asociado con la extracción y el procesamiento de estas materias primas, así como a la reducción de las emisiones asociadas a estos procesos”, explicó. 

 

Madariaga Barrilado también indicó que los programas de economía circular en el uso de plásticos están estimulando la innovación en el desarrollo de tecnologías de reciclaje más eficientes y en la creación de nuevos productos hechos con plásticos reciclados. “Esto no solo impulsa la economía circular, sino que también crea oportunidades económicas y de empleo en el sector del reciclaje y la fabricación de productos reciclados”, dijo.  

 

A medida que aumenta la conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad ambiental, existe una creciente demanda de productos fabricados con plásticos reciclados, impulsando el crecimiento del mercado de productos sostenibles lo que a su vez, incentiva a las empresas para adoptar prácticas más responsables desde el punto de vista ambiental. 

 

En cuanto a México, Daniel Madariaga declaró que el país también avanza hacia una mayor circularidad en el manejo de plásticos. El especialista en sostenibilidad hizo hincapié en lo estipulado en el Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico, firmado por la industria del reciclaje y la cadena de valor de los envases y empaques, donde se están logrando avances significativos en la recuperación y el reciclaje de plásticos.  

 

“Con una tasa de recuperación del 46% de los envases de PET a nivel nacional, México se destaca como líder en el continente en este ámbito. El territorio nacional tiene la capacidad de aumentar la recuperación de envases PET mediante la expansión de programas de recolección selectiva, campañas de concientización pública y políticas de incentivos para empresas. En ese contexto, resultará clave fortalecer alianzas público-privadas y promover la investigación en tecnologías de reciclaje. Con un enfoque integral, México puede avanzar hacia una gestión más sostenible de todos los residuos”, aseguró el empresario mexicano.

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Industria alimentaria debe accionar plan de descarbonización: Daniel Madariaga Barrilado

Industria alimentaria debe accionar plan de descarbonización: Daniel Madariaga Barrilado

La industria alimentaria está siendo sometida a una creciente atención pública debido al peso considerable que ejerce en el deterioro del medio ambiente. En este contexto, destacados expertos en sostenibilidad y prácticas agrícolas responsables, como Daniel Madariaga Barrilado, han hecho hincapié en la necesidad apremiante de que este sector implemente de manera inmediata y efectiva planes de descarbonización. 

 

De acuerdo con Madariaga Barrilado, la descarbonización consiste en un proceso que implica la reducción o eliminación de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero (GEI).  

 

Dicho procedimiento se realiza mediante la implementación de cambios en sistemas energéticos, industriales, de transporte y agrícolas, con el objetivo de adoptar fuentes de energía más limpias y eficientes, así como prácticas sostenibles que generen menores emisiones de carbono y reduzcan el impacto ambiental. 

 

En el contexto mexicano, la implementación de la Ley General de Cambio Climático y la Norma Oficial Mexicana NOM-163 refleja el compromiso del país con la reducción de emisiones y la estabilización del clima.  

 

Sin embargo, datos del Registro Nacional de Emisiones revelan que el 64% de las emisiones en el país provienen del consumo de combustibles fósiles, lo que subraya la necesidad urgente de que diversos sectores, incluida la industria alimentaria, tomen medidas decisivas para reducir su huella de carbono y contribuir a la mitigación del cambio climático. 

 

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Ante este panorama, Daniel Madariaga Barrilado hizo énfasis en la importancia de adoptar estrategias específicas para lograr la descarbonización en la industria alimentaria, tanto a nivel nacional como internacional.  

 

Entre las estrategias que mencionó, destacan la transición hacia fuentes de energía renovable, la promoción de la eficiencia energética y la implementación de tecnologías agrícolas sostenibles, que incluyen sistemas de riego por goteo para la gestión eficiente del agua y la agricultura de precisión con drones y sensores para maximizar los rendimientos y reducir el uso de insumos químicos. 

 

Además, Madariaga Barrilado resaltó los atributos de los Modelos Alimentarios de Biocapacidad Orgánica (MABO) y las Medidas Ambientales para la Zona Orgánica (MAZO) en la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la mitigación del impacto ambiental. 

 

Según el experto estos modelos, no solo ofrecen directrices para una producción agrícola más responsable y respetuosa con el medio ambiente, sino que también proporcionan un marco integral para abordar desafíos críticos como la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y la contaminación del agua. 

 

“Al promover la adopción de métodos orgánicos, la conservación de recursos naturales y la reducción del uso de productos químicos sintéticos, los MABO y las MAZO pueden contribuir significativamente a la resiliencia de los sistemas agrícolas frente al cambio climático y a la seguridad alimentaria a largo plazo. Además, alentar la implementación de estas prácticas también puede tener impactos positivos en la salud humana, al reducir la exposición a residuos de pesticidas y promover la ingesta de alimentos más nutritivos y libres de sustancias químicas nocivas”, detalló Daniel Madariaga Barrilado.