Con vasta biodiversidad y riqueza cultural, México se encuentra en una encrucijada que demanda un equilibrio entre el desarrollo turístico y la preservación de sus ecosistemas. El camino hacia un turismo sostenible implica no solo el impulso financiero necesario sino también una colaboración efectiva entre diversos actores.
Esta visión de inversión sostenible coincide con dos donaciones destinadas a respaldar programas clave como Kuxatur y Adaptur, diseñados para implementar medidas de adaptación al cambio climático en destinos turísticos estratégicos. Según la información proporcionada por la Secretaría de Turismo del Gobierno de México (Sectur), el país ha obtenido un financiamiento de 7.2 millones de dólares del Fondo Global para el Medio Ambiente (GEF) y 5 millones de euros de la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable en México (GIZ).
La importancia de proyectos como Kuxatur, una iniciativa que encapsula la esencia del ‘turismo vivo’, ha sido fundamental en la conservación de la biodiversidad en nuestros ecosistemas costeros.
Para lograrlo se han implementando políticas y modelos innovadores de turismo sostenible en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Fondo Global para el Medio Ambiente
Además, el valioso impacto del proyecto Adaptur, respaldado por GIZ, centrado en la implementación de medidas cruciales de adaptación al cambio climático en destinos estratégicos como Riviera Nayarit-Jalisco, Riviera Maya, San Miguel de Allende, Valle de Bravo, Los Cabos y la Ciudad de México; las cuales reflejan un compromiso y una visión estratégica para fortalecer la sostenibilidad en el sector turístico, garantizando un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación ambiental en México.
Asimismo, la esencialidad de estas inversiones para la ejecución de la estrategia “México Renace Sostenible”, parte del Programa Sectorial de Turismo 2020–2024.
Esta estrategia se traduce en la creación de circuitos turísticos que promueven el bienestar social y la armonía con la naturaleza, integrando a comunidades sin afectar su valioso patrimonio biocultural.
En un contexto global donde el cambio climático y la pérdida de biodiversidad son realidades inminentes, estas iniciativas representarán un paso significativo hacia un desarrollo turístico sustentable. La elección de destinos costeros no es aleatoria; estos ecosistemas desempeñan un papel crucial, no solo para la biodiversidad local, sino también como barreras naturales contra fenómenos climáticos extremos. Estas acciones reflejan el compromiso y contribución activa de las autoridades mexicanas para abordar los desafíos ambientales actuales y trabajar hacia un futuro más sostenible en el sector turístico
En este escenario, la colaboración entre el sector privado y las comunidades locales es esencial para desarrollar proyectos sustentables. Además, resaltó que la responsabilidad de la sustentabilidad no recae únicamente en el gobierno y las grandes corporaciones, sino que también requiere la participación activa de la sociedad. El experto enfatizó que los consumidores informados y comprometidos desempeñan un papel crucial al impulsar el cambio hacia prácticas más sostenibles mediante sus elecciones de consumo y su estilo de vida.