Recorrer rutas de senderismo es una de las mejores formas de disfrutar de los apacibles sonidos de la naturaleza y de su belleza. Los ecosistemas naturales de nuestra Tierra pueden proporcionar mucho disfrute a las personas, pero también es importante pensar en la salud del medioambiente mientras se explora.
Los destinos turísticos que impulsan actividades como el senderismo o Trekking deben tener muy presentes las políticas a implementar para utilizar estos espacios de forma respetuosa y armónica con el medioambiente.
El senderismo forma parte del mercado mundial del turismo de aventura, el cual, según un reporte elaborado por Grand View Research, se valoró en 282.100 millones de dólares en 2021 y se prevé que se expanda a una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 15,2 % de 2022 a 2030.
Además, ofrece incentivos prácticos y rentables para promover la variedad biocultural, al tiempo que aporta ingresos a los sectores regional y privado. Debido a su adaptabilidad y su capacidad para promocionar prácticas sostenibles, el turismo de aventura se está haciendo más popular que el turismo de masas tradicional en todo el mundo.
Tal es el caso del municipio español perteneciente a la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Canarias: Villa de Mazo. Dicho lugar, ha estado muy activo con su programa turístico “Andares”.
Dicho proyecto tiene como objetivo favorecer el conocimiento del entorno natural próximo a través de actividades de senderismo, campamentos de ocio y educación ambiental, entre otro tipo de eventos.
Villa de Mazo es un municipio, de tradición rural, en este sentido, el ayuntamiento presentó este proyecto con ánimo de fomentar el cuidado de la naturaleza, el conocimiento del patrimonio local y la convivencia de los vecinos a través de actividades de ocio por medio de sus más de nueve senderos con los que cuenta.
La preocupación de esta y una multitud de ciudades que privilegian como actividad económica al turismo de aventura de evitar su degradación es muy alta.
El objetivo principal de un sistema formal de senderos es permitir que la gente disfrute de un entorno natural, minimizando al mismo tiempo el impacto humano en la zona en cuestión. Villa de Mazo ha logrado configurar un esquema de turismo sustentable en torno a esta práctica, de manera exitosa y como un ejemplo a seguir por muchas otras regiones del mundo.
En ese sentido, será primordial aumentar y privilegiar la educación ambiental en los círculos de trekking y las empresas que promueven el senderismo, como lo está haciendo Villa de Mazo, con el objetivo de hacer de esta práctica una mucho más estandarizada.