México, 24 abril.- La crisis sanitaria cambió el modelo de la industria turística con un viajero multicanal cada vez más conectado con sus necesidades personales y preocupado por cuidar y conservar el medio ambiente. En ese sentido, impulsar el desarrollo del turismo sostenible es, a decir una fórmula determinante para la recuperación de la industria.
Promover el turismo sostenible es un tema de prioridad en el desarrollo de la sociedad actual, con un enfoque hacia la satisfacción de las necesidades de las presentes y futuras generaciones, bajo un modelo que preserve el medio ambiente y la equidad social.
La irrupción de la pandemia aceleró la renovación de un sector que ya se enfrentaba a muchos retos. La tecnología, la innovación y una mirada verde e inclusiva marcarán el eje del viaje al turismo del futuro: un turismo inteligente, ecológico, sostenible y atractivo, que transformará la forma en la que se viaja y se disfruta un destino.
Desde hace años, el sector afronta retos relacionados con la eficiencia energética, el consumo de agua, la gestión de los residuos, la protección de la biodiversidad y la necesidad de que los beneficios económicos lleguen a las comunidades locales.
En ese marco, las tendencias actuales reconocen la importancia de potenciar la actividad turística desde un enfoque sostenible, con la finalidad de fomentar el crecimiento económico, social y cultural, así como cuidar y conservar los recursos naturales de los destinos.
En los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se ha puesto en relieve las necesidades de este y todos los sectores por alinear la toma de decisiones y prácticas a los principios de cuidado y preservación, basados principalmente en la sostenibilidad y competitividad.
Por ello, La innovación y la especialización regional inteligente basadas en los principios de sostenibilidad son las principales herramientas para la recuperación del sector en la era post- COVID y de la transición ecológica y digital del sector.
El desarrollo sostenible integra factores ambientales, sociales y económicos de una forma armoniosa, tomando en cuenta los impactos y beneficios presentes y futuros, sin olvidar las necesidades de todos los involucrados, no sólo los viajeros y la industria, sino también las comunidades que participan de esta actividad y, sobretodo, el medioambiente.
Debemos afrontar el reto con una mejor estrategia; lo que nos funcionaba antes, ya no funciona hoy en día. El futuro del turismo pasa por la sostenibilidad, la tecnología, la seguridad, la inclusividad, la conectividad y el desarrollo de las infraestructuras, entre otras cosas.