México, 12 marzo.- A pesar de que el sector turístico se encuentra aún por debajo de los niveles registrados antes de la crisis sanitaria, la flexibilización de las restricciones y los planes de vacunación completos han permitido la reactivación de la industria.
Si bien la pandemia implicó retos para el sector, pongo en relieve la capacidad con la que han podido adaptarse a nuevas medidas para mantener la confianza y garanticen la seguridad de los viajeros.
La flexibilización de las normas sanitarias no es una casualidad. El sector turístico ha sabido adaptarse a las nuevas medidas con una infraestructura y una metodología capaces de mantener la confianza y sobre todo garantizar la seguridad de los turistas. La pandemia implicó retos que han sido superados.
De seguir a la alza la tendencia de los últimos meses, la industria podría crecer a niveles superiores a los vistos antes de la crisis.
Si los gobiernos continúan flexibilizando las restricciones a los viajes y los planes de vacunación se completan durante este año, el sector crecerá a niveles mayores a los de antes de la pandemia, impactando no sólo en su contribución a la economía mundial, sino también en la generación de empleos.
Estimaciones del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, en inglés), prevén que el Producto Interno Bruto (PIB) turístico de Latinoamérica tendrá un alcance de 233 mil millones de dólares durante 2022, lo que representa un crecimiento del 48.2% con respecto al 2020.
Asimismo, su impacto se reflejaría en la generación de empleos, que según la dependencia, podría llegar a los 16 millones de puestos en la región, registrando un crecimiento de 22.8% frente a las cifras de 2020.
Cifras de WTTC estiman que a nivel mundial, el sector podría generar 58 millones de empleos durante este año y llegar a 330 millones de puestos de trabajo, sólo 1% por debajo de los niveles anteriores a la pandemia.
En el caso de México, millones de puestos de trabajo dependen de la reactivación de la industria turística. Durante el 2021 la población ocupada en el sector ascendió a 4 millones 264 mil personas, un 11.5% más que en 2019, lo que reflejaría la “reconstrucción” de la industria con el aprovechamiento de las nuevas oportunidades de transformación pensadas en el viajero.
Finalmente, se considera que para mantener la recuperación, es fundamental preservar los medios de subsistencia que dependen de un sector afectado por meses de inactividad y crear una experiencia de viaje sostenible y responsable que sea segura tanto para las comunidades receptoras como para los trabajadores y los viajeros.
La crisis fue también una oportunidad sin precedentes de transformar la relación del turismo con la naturaleza, el clima y la economía. Es hora de volver a plantear la manera en que el sector afecta los recursos naturales y ecosistemas, partiendo de la labor que ya se ha hecho en materia de turismo sostenible; de examinar cómo interactúa con nuestras sociedades y otros sectores económicos.
