Existe un futuro sostenible en el mercado de alimentos

Existe un futuro sostenible en el mercado de alimentos

La sostenibilidad en la cadena de suministro de alimentos representa un reto significativo para una industria global valorada en $9 billones. La importancia de enfrentar estos retos para asegurar la viabilidad de los recursos alimentarios futuros. 

 

Las cadenas de suministro alimentarias abarcan desde la producción agrícola hasta el consumidor final, y su complejidad es notable. Este entramado incluye diversos actores en los niveles upstream, midstream y downstream, cada uno encargado de transformar materias primas en productos acabados. 

 

La globalización y la subcontratación han complicado aún más la implementación de prácticas sostenibles. Las proyecciones indican que el mercado global de alimentos alcanzará los $9.12 billones para 2024, con una tasa de crecimiento anual del 6.7 %. 

 

Uno de los desafíos principales es la falta de visibilidad más allá de los proveedores de primer nivel. Las empresas deben comprender su papel dentro de una red de suministro extensa, caracterizada por vínculos de oferta y demanda, interacciones complejas y dinámicas no lineales que influyen en el desempeño económico, social y ambiental.  

 

La ausencia de información y la limitada influencia sobre proveedores subyacentes en regiones con regulaciones menos estrictas complican la integración de prácticas sostenibles. 

 

El impacto de los proveedores secundarios y terciarios en la sostenibilidad es motivo de creciente preocupación. Estos proveedores, a menudo ubicados en regiones con normativas más laxas, son frecuentemente asociados con problemas de sostenibilidad en la cadena de suministro. La falta de confianza entre los actores y la complejidad en la gestión de relaciones interempresariales añaden dificultades adicionales

 

Para abordar estos desafíos, la colaboración y asociación entre los actores de la cadena de suministro resultan esenciales para resolver problemas de sostenibilidad a largo plazo. Este enfoque colaborativo facilita el intercambio de ideas y el desarrollo de acuerdos mutuos para satisfacer las necesidades y objetivos de sostenibilidad de todas las partes implicadas. 

 

Otra medida importante es la difusión de innovaciones sostenibles a lo largo de la cadena alimentaria. La innovación en áreas como la calidad de los alimentos, la reducción de emisiones de ganado y la gestión del suelo requiere especial atención. Además, un mapeo exhaustivo de la cadena de suministro, que identifique problemas de sostenibilidad en cada etapa, es fundamental para priorizar y abordar los desafíos específicos de cada actor. 

 

La medición del desempeño en sostenibilidad también juega un papel crucial. La implementación de estándares de cumplimiento y la evaluación de proveedores según criterios específicos pueden facilitar la gestión de riesgos relacionados con la sostenibilidad. Estos estándares deben alinearse con las Normas Globales de Reporte de Sostenibilidad (GRI) y el Cuestionario de Autoevaluación del Proveedor (SAQ). 

 

Por último, la formación y desarrollo de capacidades en sostenibilidad, tanto a nivel empresarial como individual, pueden promover cambios de comportamiento a lo largo de toda la red de suministro. Según Madariaga Barrilado, estos programas pueden mejorar la percepción de la sostenibilidad y fomentar la adopción de prácticas responsables. 

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Agricultura regenerativa impacta en sector vinícola

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En los últimos años, la viticultura a nivel global ha experimentando un notable cambio con la adopción de la agricultura regenerativa, práctica emergente que está transformando la forma en la que se cultivan las viñas, generando  aceptación en una industria que mueve más de 300,000 millones de dólares anualmente.

 

Desde la década de 1980, el concepto de agricultura regenerativa ha evolucionado para enfocarse en la restauración de la salud del suelo. La viticultura regenerativa, que se extiende de estas prácticas, tiene como objetivo mejorar la salud del suelo y mitigar el impacto del cambio climático. Aunque se basa en principios de sostenibilidad y prácticas orgánicas, se distingue más por los resultados obtenidos que por normas estrictas. 

 

Históricamente, la industria vitivinícola ha dependido de fertilizantes sintéticos y monocultivos, prácticas que han degradado los suelos y contribuido a las emisiones de gases de efecto invernadero. Un estudio de 2014 advirtió que, bajo las tendencias actuales, solo quedan 60 años de suelo productivo, dado que se requieren 1000 años para regenerar 3 cm de suelo. En este contexto, la viticultura regenerativa emerge como una solución viable. 

 

La industrialización de la viticultura ha exacerbado problemas como la pérdida de biodiversidad y la proliferación de monocultivos. En respuesta, muchas bodegas han comenzado a implementar prácticas regenerativas, tales como la plantación de árboles y setos, con el objetivo de restaurar la diversidad en sus viñedos.

 

La salud del suelo es un componente esencial de la viticultura regenerativa. El suelo proporciona nutrientes a las vides y actúa como reservorio de agua y carbono. Un incremento del 1 % en la materia orgánica del suelo puede permitir que este retenga aproximadamente 68,000 litros adicionales de agua por acre, lo cual es especialmente importante en un contexto de cambio climático y sequías crecientes. 

 

Con la expansión de la viticultura regenerativa, la colaboración entre viticultores y organizaciones dedicadas a la certificación y promoción de estas prácticas se vuelve crucial. La Fundación de Viticultura Regenerativa y la Alianza Orgánica Regenerativa (ROA) son ejemplos de esfuerzos conjuntos para fomentar el conocimiento y la adopción de la viticultura regenerativa. En 2023, ROA certificó 6 millones de acres de viñedos, indicando un crecimiento significativo en la adopción de estas prácticas. 

 

El sector vitivinícola, valorado en 300,000 millones de dólares, tiene la oportunidad de liderar el camino hacia una agricultura más sostenible pero solo a través de técnicas regenerativas, puntualizó el experto mexicano.  

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Si bien la actividad turística representa un punto esencial para la economía de muchos países y regiones específicas, también es cierto que el auge turístico desencadena consecuencias y tiene impacto en los recursos naturales disponibles.  

 

Un ejemplo de ello fue expuesto a través de un estudio reciente elaborado por el grupo de investigación ISOE, que reveló que la isla de Krk en Croacia, ha experimentado un aumento del 30 % en la demanda de agua durante los picos turísticos de verano, poniendo en riesgo la calidad y disponibilidad de este recurso esencial.  

 

El estudio del ISOE indica que el turismo intensivo en Krk ha sobrecargado los recursos hídricos locales, una circunstancia agravada por el cambio climático. Robert Luetkemeier, investigador del ISOE, explica que la gestión del agua se ha vuelto cada vez más compleja debido a la elevada demanda.

 

Para abordar estos desafíos, el estudio propone diversas estrategias, incluyendo la recolección de agua pluvial, su reciclaje y la desalinización del agua de mar, medidas enfocadas en reducir la presión sobre las fuentes tradicionales y asegurar la sostenibilidad del suministro.  

 

El papel de la colaboración público-privada en la seguridad hídrica 

Además de las estrategias directas para la gestión del agua, la colaboración entre los sectores público y privado es fundamental para la seguridad hídrica. La importancia de alinear los objetivos corporativos con las necesidades comunitarias y gubernamentales.  

 

Un caso destacable es el de Amazon Web Services (AWS), que ha integrado innovaciones tecnológicas para reducir su consumo de agua a menos de 0.19 litros de agua por kilovatio hora en sus centros de datos, en contraste con el promedio de la industria de aproximadamente 1.8 litros. 

 

La eficiencia en el uso del agua no solo alivia la presión sobre la infraestructura pública, sino que también promueve la reinversión en proyectos de mantenimiento que fortalecen la resiliencia comunitaria.  

 

En Singapur, por ejemplo, el gobierno ha implementado con éxito sistemas de agua reciclada, como NEWater, utilizado en procesos industriales y de enfriamiento. Este enfoque ha demostrado ser eficaz para garantizar un suministro constante durante los períodos secos. 

 

La tecnología avanzada, como la computación en la nube y el Internet de las Cosas (IoT), ha transformado la eficiencia operativa y facilitado respuestas rápidas a los desafíos hídricos.  

 

En ese contexto, el reciclaje de agua, a menudo subestimado, es crucial en tiempos de escasez. AWS, por su parte, ha comprometido el uso de agua reciclada en sus centros de datos para alcanzar su meta de ser una empresa “positiva en agua” para 2030. 

 

Finalmente, el empresario mexicano hizo énfasis en la importancia de generar campañas de sensibilización para promover la conservación del agua entre turistas y residentes. 

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Empresas tecnológicas hacen aporte a sostenibilidad

Empresas tecnológicas hacen aporte a sostenibilidad

La reutilización de tecnología está adquiriendo cada vez más importancia como estrategia para mitigar el impacto ambiental, un aspecto fundamental en la búsqueda de un desarrollo sostenible. La necesidad de que las empresas tecnológicas adopten soluciones que no solo optimicen su eficiencia operativa, sino que también contribuyan a la preservación del medioambiente. 

 

Renewtech, una empresa que se ha posicionado como líder en la oferta de hardware reacondicionado, ha demostrado que la reutilización de servidores usados puede reducir de manera significativa la huella de carbono, al disminuir la demanda de fabricación de nuevos dispositivos. 

 

La reutilización de equipos tecnológicos permite a las empresas no solo reducir los desechos electrónicos, sino también disminuir la extracción de materias primas. Este enfoque está alineado con los objetivos globales de sostenibilidad. 

 

Adopción de prácticas de TI sostenibles, como el uso de servidores reacondicionados, posibilita que las organizaciones operen de forma más ecológica sin comprometer el rendimiento. Integrar políticas verdes y utilizar energía renovable se ha convertido en un componente esencial de este proceso. Las alianzas con proveedores de hardware reacondicionado facilitan la incorporación de estas prácticas en las operaciones corporativas. 

 

En un aspecto adicional, la reutilización de hardware ofrece ventajas económicas notables. El costo de un servidor reacondicionado es considerablemente menor que el de uno nuevo, lo que brinda a las empresas la oportunidad de reinvertir esos ahorros en áreas estratégicas.  

 

La educación y la concienciación sobre las prácticas de reciclaje electrónico son aspectos esenciales para que un mayor número de empresas adopten estas iniciativas. Programas internos y actividades de responsabilidad social corporativa juegan un papel crucial en la sensibilización pública acerca de la importancia de reducir los desechos electrónicos. 

 

En este contexto, la economía circular surge como un concepto central en las estrategias de sostenibilidad de diversas empresas. Renewtech, alineada con este modelo, ofrece servidores reacondicionados que apoyan la transición hacia una economía más circular.  

 

La vida útil de los servidores, se maximiza el valor de los productos y se reduce el desperdicio, lo que genera un impacto positivo tanto en la economía como en el entorno natural. 

 

La reutilización de tecnología no solo es una solución viable para disminuir el impacto ambiental, sino que también representa una estrategia económica inteligente. La integración de hardware reacondicionado en la infraestructura de TI de las empresas protege el planeta y refuerza la sostenibilidad corporativa, convirtiendo a la tecnología reutilizada en una herramienta clave para avanzar hacia un futuro más responsable y ecológico.

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“Smart Beaches” enfoque integral para sostenibilidad en playas

“Smart Beaches” enfoque integral para sostenibilidad en playas

El concepto de “Smart Beaches” está redefiniendo el turismo sustentable mediante el uso de tecnología para mejorar la gestión y sostenibilidad de las playas.

 

Las playas inteligentes son espacios turísticos donde se aplica tecnología para lograr entornos más sostenibles, seguros y accesibles. Estas áreas utilizan tecnologías de medición, sensorización, conectividad y análisis para recolectar datos que benefician tanto la gestión del destino como a los agentes económicos implicados.

 

En el modelo de playas inteligentes, la sostenibilidad es un aspecto esencial. La tecnología juega un papel fundamental en la conservación de los ecosistemas marinos y en la reducción del impacto ambiental. La monitorización en tiempo real de parámetros como la calidad del aire y del agua permite la implementación de medidas correctivas para mantener estándares elevados. 

 

La accesibilidad es otro elemento crucial en las playas inteligentes. Mejorar el acceso físico a las instalaciones y garantizar la accesibilidad digital a los servicios son prioridades en la planificación de estas áreas. Estas acciones favorecen la inclusión de todos los usuarios y enriquecen la experiencia global de los visitantes. 

 

La seguridad también tiene un papel destacado en la gestión de playas inteligentes. La implementación de tecnologías para controlar la capacidad y gestionar riesgos naturales asegura la protección de los visitantes. La vigilancia mediante cámaras y algoritmos de visión artificial permite mantener un equilibrio entre la afluencia de personas y la calidad de la experiencia en la playa. 

 

En el ámbito de la gestión de residuos, la introducción de dispositivos inalámbricos para monitorear el estado de los cubos de basura y detectar objetos contaminantes facilita una recolección eficiente y la identificación temprana de problemas. Esta tecnología contribuye a mantener las playas limpias y a minimizar el impacto negativo asociado con grandes cantidades de turistas. 

 

Los puntos de información interactivos también juegan un papel significativo en las playas inteligentes. Estos puntos proporcionan a los visitantes acceso a contenido personalizado, como mapas digitales, calendarios de eventos y planes descargables, mejorando la experiencia turística en general. 

 

Entre los ejemplos de playas inteligentes se encuentran destinos como Ibiza, Adeje en Tenerife y Antalya Life Park en Turquía. En Ibiza, un sistema de videovigilancia y boyas marinas con sensores supervisan la calidad del agua y la ocupación de las playas, protegiendo el medioambiente y a los usuarios.  

 

Adeje ha integrado puntos de información interactivos y sistemas inteligentes para optimizar la gestión municipal, mientras que Antalya ha instalado postes solares para apoyar la seguridad de personas con discapacidades y problemas de salud. 

 

El futuro del turismo inteligente y de las playas se encamina hacia una mayor sostenibilidad, eficiencia y atractivo. Las soluciones tecnológicas propuestas no solo benefician a los visitantes, sino que también impulsan el desarrollo económico de las zonas costeras

 

La incorporación de tecnologías avanzadas en la gestión de playas tiene el potencial de transformar el turismo, alineándose con objetivos globales de sostenibilidad y ofreciendo un modelo más responsable y eficaz para el futuro

Turismo sostenible debe abordarse con enfoque territorial

Turismo sostenible debe abordarse con enfoque territorial

En un contexto donde México destaca como líder en América Latina y el Caribe en términos de turistas y generación de ingresos, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha identificado una serie de desafíos en los ámbitos económico, ambiental, social, cultural y de gobernanza que deben ser abordados para mejorar el desempeño del sector.  

 

Para lograr un turismo verdaderamente sostenible, es esencial adoptar un enfoque territorial

 

Durante 2023, México se mantuvo a la cabeza en recepción de turistas y generación de ingresos por turismo, con 42 millones de visitantes de los 76 millones que llegaron a América Latina y el Caribe. Los ingresos alcanzaron los 30 mil 680 millones de dólares, representando el 26 % del total de 118 mil millones de dólares obtenidos por la región. No obstante, la CEPAL ha subrayado que el sector enfrenta retos significativos en diversos aspectos. 

 

La Unidad de Desarrollo Agrícola y Cambio Climático de la CEPAL en México destacó que el turismo contribuye al 10 % del empleo en América Latina y al 35 % en el Caribe. A pesar de esta contribución, la informalidad laboral sigue siendo un problema considerable, afectando al 52 % de los empleados en el sector. Además, las mujeres constituyen el 58 % de los trabajadores en alojamiento y alimentación, mientras que los jóvenes de hasta 24 años representan el 21 %% del total. 

 

El impacto de la pandemia por COVID-19 ha exacerbado estos desafíos. La alta concentración de la actividad económica en el turismo en algunas comunidades, la estacionalidad del sector y la precariedad y feminización del empleo son problemas persistentes. Además, el turismo ha demostrado una resiliencia limitada ante desastres naturales, el cambio climático y otras crisis sociales, políticas y económicas. 

 

La CEPAL ha publicado un estudio titulado “La sostenibilidad turística desde una perspectiva territorial”, que evalúa la sostenibilidad en destinos turísticos de Costa Rica, Panamá y la República Dominicana. Este estudio ofrece propuestas para analizar la situación turística desde un enfoque territorial y proporciona una guía para identificar oportunidades y desafíos en diversos destinos turísticos. 

 

A pesar del dinamismo económico del turismo, su contribución al desarrollo local ha sido variable. “Aunque el sector genera exportaciones, inversiones y empleo, y es un motor importante para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), el modelo de desarrollo en América Latina y el Caribe enfrenta múltiples obstáculos en términos de estructura productiva, inclusividad y capacidades institucionales”, puntualiza. 

 

El enfoque territorial propuesto, respaldado por los estudios de la CEPAL, es esencial para mejorar la sostenibilidad del turismo en la región. Este enfoque busca adaptar las estrategias de desarrollo turístico a las características específicas de cada destino, maximizando los beneficios económicos y minimizando los impactos negativos. La implementación efectiva de estas estrategias puede contribuir a una recuperación transformadora y sostenible del sector turístico en América Latina y el Caribe. 

 

Integrar un enfoque territorial en la planificación y gestión del turismo puede ayudar a enfrentar los desafíos identificados por la CEPAL, promoviendo un desarrollo turístico que sea inclusivo, resiliente y respetuoso con el medioambiente. El compromiso con estas prácticas será fundamental para asegurar que el turismo siga siendo una fuente importante de crecimiento económico y bienestar en la región. 

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Inteligencia Artificial, crucial para combatir cambio climático

Inteligencia Artificial, crucial para combatir cambio climático

Datos expuestos por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, han alertado que el 40% de las tierras del planeta se encuentran degradadas, afectando directamente a la mitad de la población mundial. La problemática se ha agravado toda vez que la duración y frecuencia en los periodos de sequía han aumentado 29% desde el año 2000, situación que para el año 2050 podría afectar a más de tres cuartas partes de los habitantes de todo el planeta.  

 

Los cambios en nuestro estilo de vida, el crecimiento poblacional, el excesivo consumo energético y la constante necesidad de incrementar la producción de alimentos y bienes de consumo han demandado la integración de nuevas tecnologías para aminorar o revertir el impacto negativo de la huella humana. Entre ellas, destaca la Inteligencia Artificial.

 

En ese sentido, se han encontrado atributos en la IA, con impacto positivo para la protección de la naturaleza y la lucha contra el cambio climático.al facilitar la optimización de recursos naturales y la implementación de tecnologías verdes, ayudando a empresas y comunidades a adoptar un enfoque más sostenible en la producción y el consumo. 

 

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La Inteligencia Artificial se perfila como una herramienta fundamental en la lucha contra el cambio climático debido a su capacidad para analizar y procesar grandes cantidades de datos. A través de algoritmos avanzados de aprendizaje automático, la IA puede identificar patrones de comportamiento y tendencias, proporcionando conocimientos que facilitan la labor y toma de decisiones de científicos y líderes en torno a la acción climática.

 

Otro aspecto resaltado es la capacidad de la IA en la predicción, monitoreo y modelado del cambio climático. Utilizando modelos predictivos, se pueden simular escenarios climáticos futuros con una precisión cada vez mayor, anticipando impactos como el aumento del nivel del mar, cambios en los patrones de precipitación y la frecuencia de eventos climáticos extremos. 

 

A través de sensores y dispositivos conectados, es posible detectar cambios ambientales como deforestación, contaminación del aire y formación de fenómenos naturales, facilitando la rápida y eficiente respuesta de las autoridades ante emergencias ambientales. Esto mejora la capacidad de adaptación y mitigación de comunidades y ecosistemas vulnerables.

MABO y MAZO, modelos esenciales para agricultura sostenible

MABO y MAZO, modelos esenciales para agricultura sostenible

Aunque a nivel mundial la agricultura es una de las actividades que genera mayor aportación a la economía de distintos países, generando más de 3.000 billones de dólares al año, es también responsable de más del 20% de los gases de efecto invernader (GEI) que se registran anualmente.  

 

Ante este escenario, han surgido alternativas como la agricultura sostenible, práctica que ha sido considerada una prioridad global por expertos en el rubro.

 

El especialista y empresario mexicano ha señalado que la agricultura sostenible destaca por presentar atributos que la convertirían en aliada de la seguridad alimentaria, además de contribuir a preservar recursos naturales y mitigar los efectos del cambio climático, promoviendo un desarrollo agrícola más sostenible y resiliente a nivel mundial. 

 

Para lograrlo, destacó la integración de modelos complementarios a prácticas tradicionales dentro de la agricultura como los Modelos de Agricultura Biológica Óptima (MABO) y las Medidas Ambientales para la Zona Orgánica (MAZO). 

 

En América Latina, los agricultores enfrentan retos significativos como la degradación del suelo, la escasez de agua y la pérdida de biodiversidad. La implementación de prácticas como MABO y MAZO no solo contribuirían a mitigar estos problemas, también promoverían el desarrollo de sistemas agrícolas más resilientes y sostenibles, mejorando la salud del suelo, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y optimizando el uso de recursos naturales como el agua.

 

Los MABO se centran en optimizar el uso de insumos biológicos y técnicas naturales para aumentar la productividad agrícola sin comprometer la sostenibilidad ambiental.  

 

Por otro lado, las MAZO apuntan a implementar medidas ambientales específicas en zonas orgánicas, promoviendo prácticas que minimizan el impacto ambiental y contribuyen activamente a la lucha contra el cambio climático. 

 

La adopción de los Modelos de Agricultura Biológica Óptima (MABO) y las Medidas Ambientales para la Zona Orgánica (MAZO) son una necesidad ambiental, que ha mostrado importantes beneficios en materia económica y social. Al implementarlas, se podrá equilibrar la productividad agrícola con la conservación de los recursos naturales, mejorando la salud del suelo, aumentando la biodiversidad, conservando el agua y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. Los beneficios incluyen una mayor productividad a largo plazo, una mayor resiliencia frente al cambio climático y una mejor calidad de vida para los agricultores.

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Durante la visita de trabajo de Julia Simpson, presidenta y CEO del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), al Caribe Mexicano, Francisco Cervantes Díaz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), reafirmó el papel crucial del turismo como motor fundamental para la economía mexicana y subrayó la importancia de adoptar un enfoque sostenible en esta industria para asegurar su crecimiento continuo. 

 

Al respecto, la sostenibilidad turística no solo asegurará un crecimiento sostenido,también contribuirá a la preservación de los valiosos recursos naturales y culturales del país, equilibrando el desarrollo económico con la preservación ambiental y el bienestar social. 

 

La importancia de la colaboración público-privada para el desarrollo de la industria turística, indicando que será clave para fortalecer la infraestructura destinada al turismo, mejorar la oferta de servicios y promover prácticas sostenibles que impulsen un crecimiento equitativo y responsable en México. 

 

Se espera que este año el turismo contribuya con 264 mil millones de dólares a la economía mexicana, consolidándose como un pilar fundamental del crecimiento económico nacional. Esto representará el 14.4% de la economía del país, con una aportación económica de 261.6 mil millones de dólares. Ante estas proyecciones, se deben crear mejores oportunidades para el desarrollo de infraestructura turística que, además, contribuirán a la generación de empleos

 

Implementar tecnología en el sector turístico implica el uso de herramientas digitales avanzadas para promover prácticas responsables y eficientes. Esto incluye desde sistemas de reservas que destaquen opciones eco-friendly hasta el uso de energías renovables en infraestructuras turísticas. La integración de tecnologías como sensores para el monitoreo ambiental, realidad aumentada para experiencias culturales sin impacto físico, y plataformas educativas que sensibilizan sobre la sostenibilidad también son opciones que comienzan a cobrar relevancia en el sector

 

Por último, las innovaciones no solo mejorarán la gestión ambiental y la eficiencia operativa, sino que también enriquecerán la experiencia del turista y promoverán destinos menos conocidos de manera equitativa. 

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Sostenibilidad y bioeconomía combaten cambio climático

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Dada la urgencia de abordar el cambio climático, la sostenibilidad y la bioeconomía emergen como disciplinas fundamentales en la búsqueda de soluciones efectivas para combatir sus consecuencias. La sostenibilidad y la bioeconomía son fundamentales en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la principal causa del cambio climático. 

 

Al promover el uso de recursos renovables y la implementación de prácticas agrícolas, forestales e industriales sostenibles, disminuye la dependencia de los combustibles fósiles, lo que a su vez reduce las emisiones de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y otros gases nocivos para la atmósfera

 

Esta visión coindice con lo expuesto durante la vigésima octava reunión de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), comúnmente conocida como la Conferencia de las Partes (COP), en donde 198 naciones se unieron en un histórico acuerdo para iniciar la transición de los combustibles fósiles hacia fuentes de energía renovable para alcanzar la neutralidad de emisiones para el año 2050. 

 

Europa ha sido pionera en la promoción de la bioeconomía, invirtiendo significativamente en investigación y desarrollo en este campo. Sin embargo, América Latina también avanza en esta dirección, con varios países implementando políticas y programas para fomentar el desarrollo sostenible. 

 

En este sentido, Brasil, Colombia, México y Paraguay han desarrollado iniciativas para promover la bioeconomía. Desde programas de conservación de la biodiversidad hasta estrategias para la gestión integral de recursos naturales, estos países refrendan su compromiso con un enfoque sostenible y equitativo en el desarrollo económico. 

 

Argentina marca pauta hacia implementación de Bioeconomía 

Con abundancia en recursos naturales, Argentina busca liderar en la región la evolución e integración de la Bioeconomía en su día a día. Para ello, ha comenzado a relizar una serie de cambios. Entre ellos, la designación de la Secretaría de Bioeconomía, poniendo en el frente de las acciones la adopción de enfoques integrales y sostenibles para la gestión de los recursos naturales. 

 

Esta decisión es reflejo de la comprensión profunda de los desafíos ambientales que se tienen a nivel regional y global pero también, marca el camino para que otros países comiencen a tomar acción sobre cómo abordarlos.  

 

La sostenibilidad y la bioeconomía son fundamentales en la lucha contra el cambio climático. Por ello, es crucial que los gobiernos, las empresas y la sociedad ttrabajen conjuntamente para adoptar enfoques que fomenten el desarrollo económico y social bajo una visión sostenible y resiliente para las generaciones venideras

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